Estuvimos a punto de no hacerlo pero al final, lo hicimos. Fuimos a la selva del parque nacional de Nam Ha para conocer, al menos por un día, como fue la vida de Tarzán ;P (lo de la foto es una liana en toda regla!)

El día empezó pronto. A las 8:30 de la mañana ya estábamos en la agencia preparados para empezar el
trekking por la selva de Nam Ha. Al final íbamos a ser 3 ya que también se apuntó un chico griego que al igual que nosotros
se encuentra recorriendo
Laos. Lo primero que hicimos fue ir al mercado que cada mañana montan en
Luang Namtha y comprar lo que sería nuestra comida. Menos mal que en el menú no había ni ranas ni tripas de búfalo...

Una vez comprados los víveres fuimos al que sería nuestro punto de partida no sin antes visitar una aldea y, hoy por fin sí, su escuela. Al llegar era la hora del recreo así que yo (Carlos) me puse a jugar un rato con los niños al Chinlone (como el voley pero con un balón pequeño de madera al que se le puede dar con los pies) tan popular en
Myanmar, mientras Silvia descubría una nueva forma de saltar a la cuerda y entraba en las aulas de este colegio de primaria.


Al cabo de un rato nos pusimos en marcha dejando atrás cualquier rastro de civilización. Con nosotros venían dos jóvenes guías, uno que era el que hablaba inglés y que nos iba contando curiosidades de la selva y otro que no sabía nada de inglés pero que por lo que veíamos era el que se conocía la selva como la palma de su mano (así que mejor no hacerlo enfadar).
Cuando uno piensa en una selva es fácil que a la mente venga el Amazonas y aunque no sabemos como será aquello lo cierto es que la del Nam Ha es realmente espectacular. Sobretodo la segunda parte del día, después de comer, con mucha más humedad y agua ya que el camino pasaba al lado de un pequeño río.


Dicen que por esta zona aún viven tigres en libertad pero no estuvimos de suerte :P unas arañas, algún pájaro y una sanguijuela fueron las únicas especies animales vivas que vimos. Por contra había todo tipo de plantas y árboles a nuestro alrededor.

Después de prácticamente 6 horas de trekking y salir a la carretera que cruza el parque protegido, una furgoneta nos vino a recoger para hacer la que sería la última parada del día, la visita al poblado Ban Namleu (etnia Lanten). Lo bueno es que la aldea no era ningún circo para turistas y a pesar de estar nosotros, todo el mundo hacía la suya y seguía con su vida. Aquí nuestro guía, nos regaló unos bolsitos hechos a mano por la gente de la aldea, todo un detalle!

Ya de camino a la furgoneta que nos llevaría de nuevo a Luang Namtha, vimos una chica con un palo en forma de lanza y una bolsita. Que recogerá? nos preguntamos. Fruta? semillas? pues no. Una especie de gusano-cucaracha que se encuentra debajo de la tierra... que asquito...

Este ha sido nuestro fenomenal día de
jungla. Al final y aunque era lo previsto, hemos descartado tomar el barco lento de Huay Xai a Luang Prabang y recomendados por gente local tomaremos el
barco que une Nong Khiaw con Luang Prabang por el río Nam Ou, primero, y el Mekong después. Así que nos ponemos rumbo a
Nong Khiaw, una zona rural y montañosa al norte de
Luang Prabang.
TREKKING JUNGLA EN EL PARQUE NACIONAL DE NAM HA - INFO PRÁCTICA PARA FUTUROS VIAJEROS
Son varias las agencias que hay en Luang Namtha que organizan trekkings de 1 a 3 días por el parque protegido de Nam Ha y las aldeas de los alrededores. Todas (teóricamente) siguen el mismo modelo de gestión de los ingresos en los que un tanto por ciento van a parar directamente a las aldeas que se visitan. Así que partiendo de esta base al final escogimos la agencia The Jungle Eco-Guide Services por la buena explicación que nos dieron, lo simpáticos que fueron y también por que había otra pareja más apuntada para el trekking que nosotros queríamos hacer, la cual cosa reducía considerablemente el precio (y por lo que vemos los trekkings en Laos no son especialmente baratos). El precio por persona fueron 210.000 kips y el programa para el trekking de un día de jungla incluía la comida y la visita a un par de aldeas. Las primeras horas de trekking hasta el lugar de comer (una mesa de bambú plantada en medio de la selva) fueron más de subida y el paisaje no estaba mal pero el segundo tramo, las siguientes 3 horas, si que fueron realmente espectaculares. Bajamos hasta un pequeño río donde entre la humedad y la vegetación parecía que estuviésemos en Jurassic Park, en definitiva todo con mucho más aspecto de selva salvaje.
De animales salvo algunas arañas, pájaros y una sanguijuela, no vimos nada y los dos guías (uno de ellos hablaba inglés) eran chicos muy majos. Una buena experiencia.
Para ver la web de la agencia hacer clic
aquí
Si quieres más info recuerda que en nuestra página información útil de Laos encontrarás de una forma organizada un montón de cosas para poder visitar el país por tu cuenta ;)